CUERPO
Video Instalación, cuatro proyecciones sobre globos inflados y audio. 2005
Galería Animal de Santiago, 2005.
SAT Gallery, Montreal, 2009.
Museo del Chopo, Ciudad de México, 2010.
CÓNCAVO VERSUS CARNE
Este proyecto de Klaudia Kemper está compuesto de imagen, forma y movimiento, como configuración orgánica de un ser-cosa que, en lo indescifrable, articula su sentido.
Restableciendo una polifonía pictórica, aplica la matriz del sistema serial a modo de retícula orgánica y organizada, sin embargo, la relación entre el soporte y la proyección desmiembran el cuerpo, su cuerpo y el de otros, amputando, desde el video, detalles amorfos de los jardines del Bosco. De esta manera, modula un correlato fisiológico del ser humano en su estado originario como resultante de una sociedad indolente al ruido aterrador entramado tras la pared. Una captura silenciosa del dolor.
Extractos corpóreos, filigranas biológicas crepitan en temblores al unísono estallando su convexo impúdicamente sin permitir mirar para rearmarse en un corpus carnal completo. Balbuceando esquizofrénicamente su condición modular sin reparar en que constituyen parte de una ilusion única, soñada esta y todas las noches del tiempo.
"Emplearemos nuestra alma en sutiles intrigas, y demoleremos mas de una pesada armadura, antes de ver a la gran criatura, cuyo infernal deseo nos llena de sollozos". Charles Baudelaire
Una estructura colgante construida de globos blancos, recibe a modo de piel, de cobertura o disfraz, una multitud de imágenes viscerales, fragmentos corpóreos donde cada parte respira y existe en si misma, desbordando su autonomía restringida solo por la demarcación territorial que establece el encuadre. En conjunto, nace una criatura monstruosa, hecha de humanos, de fragmentos atrapados por la cámara y sustraídos de su origen para reconstruir una organicidad feroz y perturbadora, que pone en cuestión al individuo en un medio ávido de significaciones que procuren visibilizar su vacío.
En una operación con los soportes de proyección, la artista logra reanimar una "cosa" y dotarla de vida, asignándole gemidos, ruidos indefinibles, trozos descontextualizados agudizando una bioactividad inquietante. Esta propuesta se desliza al campo sociológico exponiendo el cuerpo en su brutal dimensión natural. La belleza de lo genuino se ve distorsionada por la imposibilidad de vernos en la carne, así como encarnados en nuestra meticulosa pulcritud.
En esta gran masa Kemper proyecta su carnación renacentista. Esto es ahora, un cuerpo inexistente.
Por Víctor Hugo Bravo. |